Tendrás los siguientes beneficios:

Incremento en la capacidad de deducción fiscal: Si perteneces al régimen común, tienes la oportunidad de restar el valor del IVA abonado en la adquisición de bienes y servicios esenciales para tu operación comercial. Este proceso no solo disminuye tu carga tributaria, sino que también eleva la rentabilidad de la empresa.

Fortalecimiento de vínculos comerciales: Las compañías inscritas en el régimen común pueden emitir facturas con IVA, generando una impresión más sólida y confiable ante clientes y colaboradores. Esta práctica contribuye a forjar relaciones comerciales más robustas y profesionales.

Facilitación de acceso a financiamiento: Al formar parte del régimen común, las empresas acceden a mayores posibilidades de obtener créditos bancarios y financieros. La inscripción como contribuyentes y la presentación regular de declaraciones de impuestos refuerzan la solidez financiera, facilitando así el acceso a recursos crediticios.

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