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Las tasas de interés actúan sobre las valoraciones financieras de la misma manera que la gravedad actúa sobre la materia." Esta no es mi cita; es de Warren Buffett. Si no lo conoces, te animo a que consultes su página de Wikipedia.
Para los propietarios de pequeñas empresas, la fuerza gravitacional de las tasas de interés podría ser aún más fuerte sobre las operaciones. ¿Puedes operar sin prestamos? ¿Has confiado mucho en el apalancamiento? ¿Tus clientes dependen de deudas? Vamos a explorar estas preguntas y ver cómo puedes navegar en el contexto económico actual y adaptarte a él.
Antes de profundizar, consideremos el panorama financiero general. Las tasas de interés han permanecido históricamente bajas durante décadas, y esta tendencia se intensificó locamente después del COVID. La Reserva Federal de EE.UU., junto con bancos centrales de todo el mundo, redujeron aún más las tasas e implementaron medidas de expansión cuantitativa para estimular la demanda.
No necesitas un título en ciencias espaciales para entender que si pedir dinero prestado es barato y fácilmente accesible, muchas personas intentarán hacerlo, y aún así, una parte significativa de ellas aún no podrá generar beneficios: es la ley de los negocios. Si fuera fácil hacer dinero, todos lo harían. Esto no importa mientras sea posible y barato refinanciar: esto llevó a un crecimiento falso impulsado por dinero gratuito y a estructuras financieras apalancadas dependientes de parámetros económicos circunstanciales y que no se repiten:
1. Tasas de interés bajas tanto del lado del proveedor como del consumidor, llevando a un efecto explosivo de oferta-demanda y eventualmente a la avaricia del lado del proveedor, con más oferta que demanda.
2. Incentivos excepcionalmente fuertes para invertir en empresas no rentables porque los ahorros no producen ningún rendimiento. El mercado de capital riesgo se ha convertido en una broma gigante.
3. Crecimiento explosivo del sector inmobiliario en algunos mercados emergentes, con tasas de cambios expecionalmente bajas que conducen a nuevos compradores potenciales con un poder adquisitivo sin precedentes.
4. La falacia milenaria del mundo de pensar que lo que es cierto ahora será cierto para siempre, lo que lleva al desarrollo de modelos de negocio insostenibles.
Aunque las políticas de expansión cuantitativa tenían como objetivo estabilizar las economías, inadvertidamente dieron lugar a burbujas financieras localizadas y potencialmente globalizadas. Más interesante aún, ha surgido una nueva generación de emprendedores. Impulsados por un capital fácilmente accesible, muchos han perdido de vista el antiguo principio empresarial: la búsqueda de beneficios e ingresos netos.
A continuación hay un gráfico de las tasas de interés históricas en Colombia. Puedes observar una relajación significativa después del COVID, representando una situación muy inusual desde una perspectiva histórica. He añadido un comentario ligeramente irónico respecto al nuevo tipo de empresario que ha inundado el mercado inmobiliario en los últimos años. Cualquier especulador al azar compraba y se beneficiaba sin esfuerzo de un esquema de 'alquiler en Airbnb'. Muchos de ellos van a caer rápidamente en bancarrota, sin ahorros, gastando las ganancias en apartamentos adicionales: la avaricia siempre los lleva a la tumba.
Captaste la idea y entendiste el punto. Ahora, ¿qué significa eso para tu pequeño negocio? Hagamos las preguntas relevantes para que puedas ver si estás expuesto.
La metáfora de los "Tres L" de Charlie Munger — Liquor, Ladies and Leverage — es una advertencia. En español, se podría traducir como "Cervezas, Chicxs, Créditos." Mientras que los peligros de la cerveza y de lxs chicxs son bien conocidos, el crédito es la trampa más compleja. No se trata solo de pedir prestado en exceso; también es la tentación de las bajas tasas de interés y la creencia autocumplida de que siempre será posible refinanciar sin costo. Cuando esas tasas aumentan durante un período prolongado, los costos se acumulan rápidamente. Sí, los "Tres C" pueden sonar anticuados y un poco sexistas, pero son lo suficientemente pegajosos como para mencionarlos y aplicables a cualquiera. Además, si no conoces a Charlie Munger, te recomiendo que consultes su libro y su filosofía.
Volviendo al contexto de tu pequeña empresa, la primera pregunta que debes plantearte es: ¿Tienes deudas, y tu industria depende en gran medida de tasas de interés bajas y financiamiento accesible para prosperar? Si ambas respuestas son afirmativas, te recomiendo que tomes un momento para reflexionar, respirar profundamente y considerar si ha llegado el momento de afrontar la realidad, realizar una reestructuración o, simplemente, retirarte con dignidad y recordar que todo el mundo falla, y puede fallar. Aquí dos ejemplos:
1. Especulación en Airbnb: John, sin experiencia previa en inversiones y no siendo particularmente letrado, adora explorar nuevas formas de ganar dinero en Instagram y TikTok. John había comprado tres propiedades en un popular destino turístico para listarlas en Airbnb. Durante los tiempos de bajas tasas de interés, pudo asegurar hipotecas con pagos mensuales mínimos. Las propiedades estaban llenas, proporcionando a John un ingreso sustancial sobre sus gastos y generando beneficios. Sin embargo, cuando las tasas de interés comenzaron a subir, el número de turistas que buscaban alojamiento en Airbnb disminuyó ya que viajar se volvió más caro, y la refinanciación imposible o demasiado costosa. Con ingresos reducidos y posiblemente mayores gastos, John se encuentra luchando para cubrir sus hipotecas y enfrentando un desastre trágico(mico).
2. Startups tecnológicas que queman dinero: Bob fundó una startup tecnológica, desarrollando una herramienta software de vanguardia. En los primeros días de su empresa, los fundos de capital de riesgo invertieron la abundancia de dinero gratuito disponible de los fondos de pensiones. La ambiciosa empresa no generó beneficios en los primeros años. A medida que las tasas de interés subieron, los VCs aprendieron lecciones difíciles y carecían de fondos para invertir ya que sus financiadores preferían los buenos y viejos ahorros. Con la startup de Bob sin un camino hacia la rentabilidad y cargada con gastos operativos altos, no tuvo otra opción que reestructurarse drásticamente o cerrar. El modelo del mundo tecnológico de "crecer rápido, obtener beneficios después" está de repente menos atractivo.
Ahora, supongamos que no encajas en ninguno de esos ejemplos bastante distópicos y realmente diriges un negocio potencialmente sostenible, o ya eres rentable. Entonces, tus mejores días pueden estar a la vuelta de la esquina. Las bajas tasas de interés crean competidores que pueden distorsionar los incentivos del mercado; estos competidores no podrán sostenerse, y tu empresa tradicional tiene un futuro más brillante por delante.
Otra consecuencia del aumento de las tasas de interés es un posible cambio en el comportamiento del cliente, que puede favorecer a empresas más establecidas y responsables. A medida que tanto el dinero como el tiempo se vuelven más costosos, los clientes, ya sean empresas o consumidores, a menudo se vuelven más selectivos y cautelosos, centrándose en necesidades esenciales.
En un ambiente de bajas tasas de interés, la gente se siente fácilmente atraída por las últimas tendencias, impulsada por el miedo a quedarse atrás, y es propensa a comportamientos financieros impulsados por el endeudamiento barato. Cuando estas condiciones ya no están presentes, tu enfoque empresarial de repente destaca como una oportunidad.
Ahorra tu efectivo,
Vigila tus costos,
Mantén la fe.