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Ignora consejos

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Como emprendedor, recibirás muchos consejos sobre en que enfocarte, cuando hacerlo y que esperar. Sin embargo, la mayoría de las veces la gente te da consejos no solicitados, suponiendo que tienes tiempo y recursos ilimitados. Si has participado en programas o aceleradoras de startups, es posible que hayas tenido sesiones de mentoría con expertos corporativos que ofrecieron valiosos consejos de como optimizar tus procesos, construir una fuerte cultura empresarial y realizar un minucioso análisis de mercado. Yo también recibí estos consejos, pero los ignoré por completo.

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En la etapa de ideación, creía que debía enfocarme en hablar con los clientes todos los días en lugar de preocuparme por la perfección de mis procesos. Del mismo modo, no vi la necesidad de un costoso análisis de mercado donde las llamadas diarias realmente hacían el truco. Estas ideas no son intrínsecamente malas, simplemente no son el mejor uso del tiempo y los recursos cuando se está iniciando una nueva empresa.

Si hubiera sido un estudiante diligente, habría seguido los consejos al pie de la letra. En cambio, seguí algo más interesante y diez veces más eficiente: el principio de Pareto, y realmente te animó a que lo tengas como uno de tus valores fundamentales en lo que respecta al emprendimiento. Vamos a profundizar.

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Estoy seguro de que has conocido a uno de esos estudiantes buenos, educados y obedientes que siguen todas las reglas e instrucciones y obtienen las mejores calificaciones. ¿Te sorprendería si te dijera que a menudo se convierten en malos emprendedores? Pido disculpas si esto te parece personal, pero creo que es importante compartir esta verdad antes que después.

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No estoy generalizando sobre todos los buenos estudiantes, solo aquellos que se enfocan únicamente en los exámenes y las calificaciones, y acumulan títulos universitarios de primera línea pero tienen dificultades en el mundo real.

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En mi opinión, estos individuos fracasan por dos razones principales: primero,nunca han recibido críticas constructivas o comentarios negativos, lo que les deja desprevenidos para la naturaleza implacable del mundo empresarial. Segundo, carecen de experiencia práctica y no saben priorizar tareas, viendo cada tarea como de igual importancia. Les falta astucia y pragmatismo, lo que puede llevar a su caída.

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Pareto, balón de oro

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Aquí es donde entra en juego el principio de Pareto. Para tener éxito, debes concentrarte en lo esencial, el 20% de las tareas que darán el 80% de los resultados. De hecho, puede ser incluso mejor enfocarse en el 10% crítico que producirá el 90% de los resultados. Al priorizar tus esfuerzos, puedes aumentar tus posibilidades de éxito como emprendedor. No trates de hacerlo todo, solo haz algunas cosas lo suficientemente bien, e itera mucho. ¿Tienes más desarrollos pendientes que clientes? Pídele ayuda a Pareto.

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No todos los emprendedores crean empresas tecnológicas y productos de software, pero a menudo los uso como ejemplos. La historia de ellos tiende a ser la misma: un grupo de entusiastas de la tecnología desarrollan una aplicación revolucionaria, sin tener en cuenta los comentarios de los clientes. Trabajan confidencialmente, esperando lanzar un producto revolucionario que cambiará la industria en la que están trabajando.

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Creen que su software ayuda, por ejemplo, a los creadores a optimizar sus ingresos en Instagram y Tiktok, no puede fallar. Presume del mejor algoritmo y produce resultados un 10% mejores en promedio que la multitud de competidores que ofrecen soluciones similares. Incluso permite a los usuarios calcular la puntuación media de sentimiento de los comentarios de su cuenta en tiempo real, mientras que otros competidores solo ofrecen informes semanales.

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¿Crees que los TikTokers están interesados en las variaciones diarias de sus puntuaciones de sentimiento? ¿Saben siquiera lo que eso significa? Suena bastante obvio, preguntado así.

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La oferta de producto inicial que cae en picada el día del lanzamiento, es un fracaso enorme, un fiasco resonante, un choque flamante contra una pared. Los ex-ejecutivos de Goldman Sachs, Boston Consulting Group, NASA y otras compañías de primera línea están en estado de shock, pero Pareto si estuviera vivo no estaría sorprendido. Quiero decir, nadie que haya fundado una empresa, exitosa o no, puede estar sorprendido.

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Encuentra tú 20%

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En otro articulo, vamos a hablar de la importancia de la iteración, pero no es posible iterar sobre todo. Debes concentrarte en lo que más importa. En el caso del ejemplo de lanzamiento de un producto fallido, el equipo invirtió tiempo y recursos en el 80% de las tareas que importaban menos, en lugar de concentrarse en el 20% que hacía toda la diferencia. Podrían haber construido una simple página de destino que describiera la oferta del producto y haber pedido a algunos creadores que probaran una versión de prueba simple y compraran las características premium con su tarjeta de crédito una vez que estuvieran disponibles.

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Este enfoque es directo: encontrar clientes potenciales, pedirles que se juegen la piel (con dinero, no piel real), y que sigan utilizando el producto si están dispuestos a pagar. Si se niegan, no pierdas tiempo en el 80% restante de las tareas. En su lugar, identifica las pocas tareas relevantes que aportan todo el valor y profundiza en ellas. En general, cuando tu empresa tiene cero días de antigüedad, el 20% puede reducirse a unos pocos trucos para validar realmente tu mercado e identificar los segmentos más relevantes.

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Sé que hay algunos contra ejemplos en el mercado, pero estoy hablando a la mayoría de los fundadores que operan con tiempo y recursos limitados, y no pueden permitirse iteraciones costosas solo para asegurarse de que su producto no vale nada. Si estás respaldado por capital de riesgo y crees que esto es una tontería, cierra los ojos e imagina si el dinero que estás gastando para construir tu producto saliera de tu propio bolsillo. ¿Cómo se ve eso? Tú lo sabes, yo lo sé, todos lo saben. Encuentra tu 20%.

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Ideas en el aire, valor en la ejecución

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Como emprendedor, operas con tiempo y recursos limitados, por lo que es crucial priorizar las tareas. El principio de Pareto, que establece que aproximadamente el 80% de las consecuencias provienen del 20% de las causas, también se aplica a tu startup. Es posible que descubras que algunas tareas que te llevaron dos horas para completar podrían haberse hecho en menos de diez minutos. No apuntes a la perfección, solo haz las cosas de tal manera que te ayuden a mejorar e iterar continuamente.

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Si implementas un desarrollo o un nuevo producto, solo asegúrate de que esté lo suficientemente bien ejecutado para validar tus hipótesis y confirmar que hay demanda para esta oferta específica, luego ve a la última milla y optimízala si puedes generar valor adicional a largo plazo. De nuevo, no puedes prever las expectativas de tus clientes, así que asegúrate de recopilar comentarios continuamente, e iterar sobre la parte más crucial de estos comentarios.

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Iterar es esencial, pero no podrás hacerlo rápidamente si te toma una eternidad implementar nuevas características o validar nuevos segmentos. Muchos emprendedores tienden a ver sus agendas diarias como listas de tareas que deben hacerse lo más pronto posible. En cambio, debes anotar tus planes diarios o semanales e identificar una o dos tareas esenciales que necesitas completar para que tu empresa crezca, o para confirmar las hipótesis más importantes que necesitas probar. Una vez que hayas completado esas tareas críticas, puedes iterar sobre ellas o pasar a los elementos restantes en tu lista de tareas. Al centrarte en lo esencial, puedes lograr más con menos tiempo y recursos y superar a tus competidores que no leen este blog.

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En lugar de completar el 20% de todas las tareas en tu lista, concéntrate en hacer el 100% del 20% de las tareas que más importan.

No seas un estudiante obediente, sé un contrariano y supera a tus competidores demasiado obedientes.

Acepta los principios de Pareto y logra más haciendo menos.

Si todo te parece esencial, entonces sal a caminar tranquilo sin AirPods y sin celular.

Pasa más tiempo en menos cosas.

Trabaja más inteligentemente, no más duro.

Mantén la fe.

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